martes, 21 de octubre de 2008

Asadito con Donghi

LPD te ayuda en tus estudios y te provee de valiosísimas fuentes históricas.


El pasado mes de Julio asistimos al encuentro anual del club de fans de Halperin Donghi en la casa del mismo. Sentados junto a Felipe Pigna, Pacho O’Donnell y Jorge Lanata estaban Felix Luna y Efraín Bischoff (no sabé lo que ta la nieta…) ¿Qué hacíamos allí? ¿discutir teorías?¿enunciar hipótesis?¿concatenar datos sueltos? No. Don Halperín nos pidió que le hiciéramos el asado a cambio de unos tintos bien caudillescos y el número de la nieta de Efraín.


Si bien la discusión empezó cuando se servían las morcillas (lamentable comportamiento de la dupla O’Donnell- Pigna por las mismas) para los postres estaba todo a un tris de los puños. Todo giraba en torno a la supuesta liviandad de miriñaque de Doña Remedios de Escalada durante las ausencias del General. Lanata sostenía que era una atorranta, Don Felix Luna que no y Don Efraín solo pedía más vino. Hastiado de tanta cháchara y con temor a la trifulca, el anfitrión nos pidió que trajésemos de su escritorio algunos documentos que subsanarían las dudas de tan airada mesa. Fue ahí donde encontramos estas fuentes que hoy les acercamos para comprender un poco más el desenvolvimiento de nuestros soldados en las batallas por la independencia.

De Doña Remedios no llegamos a un acuerdo, pero reproducimos los dichos de Pacho (O’Donnell) haciendo una magistral definición histórica, es decir, clavándola al ángulo: “Si vos lees a los contemporáneos, por ejemplo el padre Calixto Carlos Monti o las misivas del encargado de asuntos exteriores de la banda oriental, el teniente y pionero Don Luis Avilés, donde aparece sugestivamente la frase ‘esta escalada no tiene remedio’ y que creíamos referida al cruce de los Andes, y las juntamos con las cartas de la dama de compañía de Doña Remedios, a su madre, en la cual se queja: ‘¡Ay mamá! este muchacho Cabral, muestra gran arrojo cada vez que puede, preferentemente sobre Doña Remedios que grita una y otra vez, honor, honor al gran Cabral parrraaan’. Concluiremos entonces que era más pina las gallutas.”



Pacho en el momento de la llegada al asado.
Observese que está mas bien gordo y aun en estado de sobriedad. Instantánea de Felipe Pigna





Levemente ofuscado Felix Luna, manteniendo el tino y la compostura lo mandó a la mierda. Nuevamente Halperín interviene y modula los ánimos: “Cordura muchachos, acá tengo mis documentos, escuchá: “Tulio Halperín Donghi, argentino nativo, masculino, libreta cívica 1.345.678. Manifiesta no donar sus órganos”. Ante la psicodélica intervención de Halperín, a estas alturas visiblemente ebrio, O’Donnell arremete de nuevo contra Luna: “No me extraña tu respuesta tan consecuente con tu positivismo recalcitrante, pueril y aristotélico tomista. Tus libros son verdades de Perogrullo, no aportan más que fechas y lugares comunes que no hacen sino al desarrollo de cuentitos históricos que mandaron a este país explicar todo de forma tan banal. Me recuerda esta confrontación a la que se produjo en el V encuentro de Annales, llevado a cabo en París. En esa ocasión, Perry Anderson lanzó graves acusaciones acerca de la sexualidad de Napoleón, argumentando que había sufrido la derrota de Waterloo sólo por ir a intimar con su edecán. Ante los insultos que iban desde el epíteto que usted tan groseramente ha repetido, a las más bajas denominaciones de Mister Anderson, sólo un jovencísimo Foucault se avino en su defensa. Lo que quiero decir es que a la inteligencia y la busqueda de la verdad se la ataca con altaneros vocablos”

Ante tamaña demostración del locuaz O’Donnell, sumado a la ebriedad de Halperín y la senilidad de Efraín, Luna se ve acorralado. Lanata y Pigna hacía rato que habían ido a comprar pitillos. Debido al mal paisaje que daban los célebres cronistas de la historia vernácula y o u e se había acabado el vino, casi todo fermentado en el estómago de Halperín, dedimos marcharnos, no sin antes hurtar los testimonios y fuentes históricas que más abajo reproducimos, para que vean lo que es bueno.



Felipe llegando al asado. Observese el fuera de foco de Pacho al tomar la foto







Saliendo de la casa de Tulio encontramos al reconocido actor Daniel Fanego, quien no había regresado a su hogar desde el festejo de los Martín Fierro y que iba a lo de Halperín a preguntarle si sabía la fecha de independencia y primer presidente democrático de la Republica Centroafricana de Dingu, ya que en el depto de Hugo Arana se había organizado una partida de Carrera de Mente y se estaba apostando fuerte. Volvimos a lo de Halperín con Fanego y aquél, sin poder articular palabra, derivó la consulta a O’Donnell. Pacho respondió: “Mirá Daniel, cuando Charles De Gaulle pronuncia su famoso discurso del 3 de Abril de 1965 en Port Yuyal, postrera capital de Dingu y dice: ‘Dingueños: o son dingues o son franceses’ –y es ampliamente abucheado por los nativos – procede a bajarse del estrado y dejar Dingu para siempre. El hasta ese momento secretario privado de De Gaulle, el dingueño Uhuru Mbasa se erige en emperador plenipotenciario del primer gobierno patrio de Dingu. Luego de 32 años de guerra civil es derrocado por Charles De Gaulle Jr, fruto de una relación del gran galo con una bailarina de cabaret dingueña…”
Miramos la botella y descubrimos que Pacho también había sucumbido al llamado de Baco. Haciéndole una seña a Fanego quien anotaba en la manga de su camisa el de nombre de “De Gaulle Jr” y “1997”, ganamos la calle para no volver.

¡Leed compatriotas! He aquí los testimonios de bravos soldados que forjaron nuestra patria en el fragor de la lucha. Aunque a esta altura carecen ya de importancia o como diría Pacho O’Donnell: “…Fuentes eran las de antes, de mármol de carrara…”


FUENTES HURTADAS A HALPERÍN


“…Bueno, nos entraron por los laterales y los caballos se quedaron sin piernas. Nos merecíamos ganar pero viste como es esto…” Mariano Moreno y Fabianesi. Infante

“… Ellos se hicieron fuerte arriba, estaban en la cima de la montaña, el escuadrón se apunó y las balas en la altura no doblan y nos mataron de contragolpe. Aca todos vienen a cuidarse, vishte…” Domingo F. Sarmiento de Junín. Tamborilero

“No voy a hacer declaraciones a los medios” Bartolomé Guindas Mitre. Mensajero

“En plena campaña primavera-verano nuestros oficiales lucían un chaleco azul de astracán escocés, y a los salvajes mapuches la cuestión de la moda no les va ni les viene. Como le decía a un colega tuyo, mirá, mirá les saco una foto, se vuelven para el Arauco con el… (risas)” Julio Argentino Roca Cherniasky. Caballería





Un ya maduro Julio A. Roca Cherniasky recuerda sus días mozos cuando combatía a los salvajes mapuches a troche y moche. En la foto se aprecia su calvicie disimulada por el iluminador en el set fotográfico donde posaba en sus ratos libres. Archivo personal Tulio Halperín Donghi

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto es histórico (casi tanto como Tonranzo). Tengo un ejemplar de LPD en papel rosa y amarillo. Este relato formó parte de mi inconclusa carrera universitaria y fue mi norte hacia mejores horizontes (que aun no llegan).
Muy bueno el programa (?)

Nico.

PD: y pensar que Guille T. me pidió 100 pesos para bancar la impresión y me negué